Los mercados locales, son la imagen que forma parte de la identidad de un lugar. Son parte de la cultura propia de los pueblos que habitan la zona. Cerrarlos o transformarlos en Shoppings, es robarle la cultura a un pueblo, robarle el trabajo a los individuos, coartar la posibilidad de mostrar y contar lo que cada uno tiene para dar. Cerrar un “Mercado Típico” implica la imposición de una cultura foránea que no nos pertenece, que aceptamos y disfrutamos, pero en el lugar que corresponde. Un “Mercado Típico” muestra nuestra cultura al mundo, a los turistas que concurren y llevan a sus países, ciudades o provincias, esos pequeños objetos que nos identifican como pueblo y que nos da nuestro lugar en el mundo, fundados por culturas que llevan miles de años luchando contra el intento de exterminio de países y sociedades imperialistas y contra el intento de olvido o indiferencia de ciudades que conviven con ellos pero parecen negar su existencia.
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